EL ACOMPAÑAMIENTO DE LOS FAMILIARES. LAS ENFERMEDADES CRONICAS.
Miles de enfermedades se conocen y otras no tanto de lo que es una enfermedad crónica, aquella con la que debe convivir un paciente y soportar cada instante, cada repetición de minutos y días con dolores y padecimientos, tan comparables como cada suspiro al tomar aire.
Escuchar de un paciente, de una persona de un enfermo crónico, no doy mas y ya no aguanto mas nada, es totalmente intolerable, para los oídos de todos los que estamos en aquel rol si se puede decir de acompañamiento ya sea en y desde distintos lugares.
No cabe información y/o algún paso de convivencia para tales enfermedades, basta con estar en sus lugares y ver una realidad de dolor, depresión y culpabilidad en muchos casos, donde estas enfermedades crónicas arrastran y alcanza a darse o se da lo que llamamos un estrés intenso y constante, tan intenso como aquellos que se “arriesgan” a someterse a tratamientos dolorosos aun sabiendo por lo que van a pasar y se desgasta inevitablemente la voluntariedad, sin embargo muchos siguen y apuestan a la vida, aun así encontrándonos como punto final la muerte.
Si bien estas enfermedades son en cada uno de sus presentes, se dificultad desde lo psicológico poder fomentar el dialogo de como se puede encontrar la persona en sus tratamientos, o de formas ambulatorias. A muchos le cuesta hablar y poder decir lo que le pasa, lo que les duele, ya su dolor esta en toda su alma, en todo su ser, se sienten como si sus labios se sellaran, realizando un pacto para no seguir hiriéndose más tanto en cuerpo, alma y psiquis.
¿Cómo poder utilizar la frase no desesperes?, en medio de tales sombras y aflicciones de la vida; pero si podemos mencionarle al paciente en estas situaciones que aun no resultan para la ciencia, o para tal cuerpo que alternen poder sentir y expresar: YO NO SOY MI ENFERMEDAD, LA SUFRO, PERO NO ME IDENTIFICO CON ELLA, sintiendo esta forma de expulsarla, de sacarla por unos pocos segundos.
En la terapia de mis pacientes con enfermedades crónicas y en un encuadre de total reserva ética les explico que sus enfermedades son las mías, desde ese punto partiendo para poder comprender como psicóloga y en donde juntos vamos a transitar, recorrer y tratar de encaminar, el enfermo crónico se debe poder diferenciar como persona, de aquella enfermedad la cual esta arraigada.
La psicología clínica ha ayudado a vencer el miedo al temor, a lo desconocido, en temas sumamente complejo como el expuesto. Se trata de realizar posibles acercamientos que pueden servir para desahogar al paciente tratante, y si bien se presenten diferentes dicótomias de síntomas y signos puntuales, quiero resumir y dejando un mensaje para todos los hospitales centros de salud y propongo decir BASTA A LA AUSENCIA DE LOS TRATAMIENTOS Y SERVICIOS PSICOLÓGICOS PARA ESTOS PACIENTES CON ENFERMEDADES CRÓNICAS.
Dedicado a mi madre Liliana (paciente crónica renal).
Buen artículo.
Tu madre es una real luchadora de la vida ,los ama tanto que no quiere apartarse de UD ,la amo profundamente y aunque no vaya siempre está en mi ser ,mis recuerdos ,y en mi corazón
Que buena publicación
Difícil, doloroso pero es así muchas veces no podemos entender y hablar del dolor en distintos aspectos.