En la argentina vivimos en una sociedad donde las personas en un alto porcentaje “son solidarios”, y es por eso que hoy queridos lectores les voy a escribir sobre el trabajo del voluntariado, y si pensamos en ello podemos hacer alguna reminiscencia de nuestros bomberos voluntarios, poder analizar su situación, sus carencias, sus arraigo desarraigo.
La formación en este tipo de trabajo aparte de disciplina se necesita de varias pizcas como el coraje y una maduración estructural yoica, en la no cualquier persona puede pertenecer a ella ya por no estar preparados y es por tal motivo que se recuerda en que no todos pueden ejercer tan bondadoso ejercicio para la comunidad.
Cuando hablo de una formación para ser mas específicamente me refiero a una formación en lo físico y lo anímico, ya que sin ambas herramientas seria imposible poder ayudar a quienes son socorridos. Desde lo anímico podemos en diferentes situaciones comandar a lo físico, como lo es en ciertas situaciones de una fuerza extremadamente de medir en cualquier otra situación cotidiana es decir hacerla por hacer, también podemos decir entrarnos en las llamas devoradoras cuando hay una víctima de algún incendio, lo cual el cuerpo es decir lo que estamos llamando lo físico se antepone todo y lo mental responde a lo que son esos signos y síntomas de precaución, en su forma mas clara en el trabajo.